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jueves, 14 de julio de 2016

Las “otras”: CET y CAT, y la Integración de las Redes

CAT Gral Pico 1929

La Compañía Entrerriana de Teléfonos (C.E.T.) y la Compañía Argentina de Teléfonos (C.A.T.) y los pasos para integrar las distintas redes

Capítulo VI de “Historia de la Telefonía en la Argentina”
Para acceder a los capítulos anteriores seguir los siguientes enlaces:

C.E.T. y C.A.T.


Vamos a ocuparnos ahora de dos compañías, la Entrerriana de Teléfonos (C.E.T.) y la Argentina de Teléfonos (C.A.T.), representativas las dos del inagotable esfuerzo llevado a cabo en el interior de nuestro país con el objeto de comunicar a los habitantes del extenso territorio en que vivimos.
La C.E.T. fue fundada en Concordia el 26 de marzo de 1916, por Domingo Isthilart, Joaquín Goldaracena, Benito Legeren, Carlos Dubra, Jorge Robinson y Benjamín Lambert, con el cometido de unir telefónicamente a los distintos departamentos de la provincia, los cuales, no obstante hallarse servidos por sus respectivas sociedades telefónicas, no estaban intercomunicados.
No debemos olvidar que, en aquellos tiempos, era general el aislamiento de las pequeñas empresas locales, con sus anticuadas instalaciones y sus conductores emplazados sobre los postes de los alambrados, al alcance de la mano.
Precisamente, la C.E.T. inició sus actividades comprando una parte de las redes existentes, que abarcaban 937 abonados, número que en marzo de 1920 ascendía a 2.660, gracias a la ampliación de líneas así como a la compra de nuevos planteles.
Paso a paso, la C.E.T. acometió obras de mayor envergadura: la renovación total del sistema de Paraná (capital de la provincia, y antaño de la Nación, de 1852 a 1861), convirtiéndolo al régimen de batería central con múltiple; el tendido de líneas troncales como la de Paraná-Crespo, con circuito doble de alambre de cobre; y el primer enlace interprovincial, en este caso, con la red de la Sociedad Telefónica de Santa Fe, mediante cable subacuático en el río Paraná y prolongaciones aéreas sobre las islas de la zona (1924).
En virtud de aquel enlace, tanto las instalaciones de Paraná como las de Crespo quedaron sometidas a la jurisdicción nacional: la Ley 4.408 de 1904, que ponía el servicio  telefónico en el marco de la Ley 750/2 de Telégrafos, así lo ordenaba, por razones de índole federal.
También en 1924 se había logrado que la C.E.T. suministrara operaciones telefónicas en la mayoría de las localidades importantes de Entre Ríos; pero, sus líneas troncales formaban 4 sectores sin conexión entre ellas: Paraná-Crespo-Santa Fe; Victoria-Nogoyá; Concordia-Chajarí-Villaguay-Salto (Uruguay); Gualeguay-Gualeguaychú-Concepción del Uruguay-Colón-Basavilbaso.
Ulteriormente, se iniciaba la automatización de los teléfonos de Concordia, Concepción del Uruguay y Gualeguaychú; se ampliaba la nueva central de Paraná, y se vinculaban las diversas centrales de la provincia con el tendido de las líneas interurbanas faltantes.
Estamos en 1925.
Despunta un decenio que será fundamental para la integración telefónica del país; hasta entonces, las posibilidades de intercambio se reducían a las zonas de densa población, en tanto la Mesopotamia, el Norte, el Oeste, el Centro y la Patagonia se encontraban divorciados de la red de larga distancia.
El 23 de agosto de 1927 es creada la C.A.T., con miras inmediatas de explotar una concesión en Mendoza, y posteriores de implantar servicios en otras provincias de la región.
CAT oficinas centrales Mendoza
Los promotores de la empresa pertenecían al grupo económico que surtía de electricidad a diversas localidades del interior, a capitalistas relacionados con el Banco de Italia, y a financistas cuyanos.
En tanto la C.A.T. instalaba las nuevas redes mendocinas, adquiría las de San Rafael, Tucumán, San Luis, Villa Mercedes, Santiago del Estero, La Banda, Salta, Huinca Renancó,  Laboulaye, San Francisco, Balnearia, General Pico, Santa Rosa, General Acha, Patagones, Viedma, Santa Fe, Rafaela, Rufino y Tres Arroyos, entre otras.
El 1ero de mayo del 29, la C.A.T. liberó la nueva central -automática- de Mendoza, con capacidad de 3.000 líneas; el 29 de setiembre, la C.E.T. inauguró la de Concordia, con 2.500; y el 20 de diciembre, la S.T.S.F. habilitó la de Santa Fe.
Al año siguiente, la C.A.T. puso en funcionamiento las centrales automáticas de General Pico, Huinca Renancó (La Pampa), Rufino (Santa Fe) y Laboulaye (Córdoba), mientras la C.A.T. ampliaba en 1.600 líneas la central de San Miguel de Tucumán.
Durante 1931, la C.A.T. libra las oficinas automatizadas de San Rafael, Santa Rosa, Salta, Santiago del Estero y San Francisco, además de extensiones en Mendoza y Godoy Cruz; y la C.E.T. procede con las centrales de Concepción del Uruguay y Diamante (1931), Gualeguaychú, Gualeguay, Victoria, Villaguay, Nogoyá y La Paz (1932).
CAT central automática San Rafael
Paralelamente se habilitan los ramales interurbanos Santa Rosa-General Pico; Huinca Renancó-Rufino; Venado Tuerto-Rosario; Rufino-Laboulaye; Tucumán-Sgo. del Estero; Concepción Alberdi
;y San Rafael-Las Malvinas-Monte Comán, de la C.A.T., junto con Paraná-Viale-Villaguay-Concordia ; y Crespo-Nogoyá Tala-Basavilbaso, de la Compañía Entrerriana.
Como las arterias de un cuerpo humano, el mapa de la Argentina ve brotar centenares y centenares de kilómetros de hilos telefónicos.
En 1932 es entregada al servicio la decisiva ruta telefónica de 1.200 km, tendida por la C.A.T., la C.E.T. y la Compañía Internacional de Teléfonos, que conecta Alsina (Buenos Aires), Ibicuy, Gualeguay y Concordia (Entre Ríos), Monte Caseros y Paso de los Libres (Corrientes) y Posadas (Misiones), con ramificaciones a las ciudades correntinas de Curuzú Cuatiá, Mercedes y Corrientes, y Resistencia, Chaco.
La Mesopotamia, Misiones y el Chaco ingresaron de este modo en la red general intercomunicada de la Argentina.
Formaba parte de esta línea el costoso cable subacuático hundido en el extenso e inundable Delta del Paraná, con el fin de unir las poblaciones de Alsina y de Ibicuy.
Pero también, hacia la misma época, era inaugurada por la C.A.T. otra vía telefónica, de más de 1.500 kilómetros, tendida desde Rosario a Mendoza, con escalas en Venado Tuerto, Rufino, Laboulaye, Villa Mercedes y San Luis, y ramales a Huinca Renancó, General Pico, Santa Rosa y General Acha. La Pampa, San Luis, Mendoza, y el extremo Sur de Santa Fe y de Córdoba entraron así en conexión con la red nacional.
Finalmente, Salta y Jujuy fueron intercomunicadas telefónicamente en 1932, al tender la C.A.T. una línea hasta la localidad de Pampa Blanca, en la segunda de las provincias mencionadas, donde sus hilos se enlazaron con los de la empresa Pérez de Arenaza.
CAT San Rafael 1930
CAT San Rafael 1930
Resistencia conmutador 1927
Resistencia conmutador 1927
CAT central rural Mendoza 1929
CAT central rural Mendoza

La integración de las redes argentinas


Llegamos de este modo a 1935.
El Poder Ejecutivo Nacional, desempeñado por el general Agustín Justo desde el verano de 1932, estableció el 21 de junio la obligatoriedad de interconectar las redes de todas las compañías telefónicas en capacidad de hacerlo, con el objeto de proveer un mejor ordenamiento de los servicios en el país entero.
Aceptó el Gobierno, además, la transferencia de instalaciones entre empresas, medida tendiente a un atinado agrupamiento de las centrales en organismos más compactos y mejor delimitados.
Por lo tanto, y luego de las negociaciones correspondientes:
• La C.A.T., la Sociedad de Santa Fe y la Tresarroyense cedieron a la Unión Telefónica sus instalaciones de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, La Pampa, San Luis y Río Negro.
• La U.T., de su lado, transfirió a la C.A.T. las de su incumbencia en San Juan.
Por lo demás, nuevos adelantos continuaron añadiéndose a la explosión telefónica en el Interior.
El mismo año 1935, la C.A.T. habilitaba el servicio entre Tucumán, Catamarca y La Rioja, en combinación con la Compañía Telefónica Interprovincial que atendía a aquellos dos Estados.
En 1937 era liberada la línea Mendoza-San Rafael, comunicando el sur de esta provincia con la red nacional.
Al año, al fin, la C.E.T. y la C.A.T. pusieron en marcha la ruta troncal hacia el Norte que, partiendo de Santa Fe, incorporó a los circuitos generales las provincias de Santiago y Tucumán; meses después, se sumaron a ellos Salta, Jujuy, Catamarca y La Rioja, a través de la línea Tucumán-Salta construida por la C.A.T.
En 1939, la Capital, las 14 provincias y 5 de los diez territorios nacionales quedaron intercomunicados.
Cuarenta años después, ambas empresas seguirían siendo las únicas de capital privado que todavía funcionaban en la Argentina, excepción hecha de las 125 cooperativas operantes en trece provincias.
La C.A.T. prestaba servicios en Mendoza, San Juan, Santiago del Estero, Tucumán y Salta, con un total de 166.422 abonados de 212 localidades y una red interurbana de 197.451 kilómetros.
En cuanto a la C.E.T., lo hacía en 82 localidades entrerrianas, con 521.755 suscriptores y una red de 86.285 kilómetros.
San Francisco central automática
Resistencia edificio central 1927
Resistencia edificio central telefónica
Resistencia MDF 1927
Resistencia MDF principal

Fuentes

* Redes de información: Las telecomunicaciones en la Argentina de 1855 a 1936 Ing. Gustavo Giuliano
* Intereses públicos y privados en el origen y desarrollo de la telefonía en la Argentina: del negocio privado al dominio estatal (1878-1955) Gustavo Fontanals Universidad de Buenos Aires
* History of the telephone and telegraph in the Argentine Republic Victor Berthold
* Historia de las Comunicaciones Argentinas Fundación Standard Electric Argentina
* Wikipedia y Wikimedia

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Autor: Alejandro Graham Bell
"De vez en cuando vale la pena salirse del camino y sumergirse en el bosque. Encontrarás cosas que nunca habías visto"

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