Unión Telefónica Segunda Etapa
En 1929 comienza la etapa norteamericana de la Unión Telefónica.
A finales de la década de 1920, y en el marco de una fuerte corriente de inversiones norteamericanas, el negocio telefónico se convirtió en un campo de competencia.
Los planes de expansión mundial de ITT siguieron su marcha, y a fines de la década de 1920 decidió ingresar en el negocio argentino de prestación de servicios.
Así, en 1927 adquirió la Compañía Telefónica Argentina, una firma menor, que estaba sufriendo problemas financieros, y otras tres operadoras menores de la región pampeana.
Y en 1929 concretó la compra a los británicos de la Unión Telefónica, fusionando a todas en nueva empresa que siguió operando bajo el nombre de UT.
Por los siguientes 17 años, esa compañía de capitales estadounidenses ejerció un monopolio en la ciudad de Buenos aires y buena parte de la región pampeana, y mantuvo el control de cerca del 90 % de las líneas del país.
La mencionada Compañía Telefónica Argentina había sido fundada en 1887 por un grupo de abonados disconformes con el incremento de tarifas establecido un año antes para la UT.
La ITT estaba vinculada, por la conformación de sus directorios, con las grandes empresas eléctricas que operaban en Argentina como: el holding ANSEC, la Compañía Argentina de Electricidad, la Compañía Italoargentina y la Cía. Suizo Argentina de Electricidad.
Esta operación, que había sido antecedida por la compra de empresas telefónicas en México (Mexican Telegraph and Telephone Company, 1925), Chile (Chile Telephone Company Limited, 1927), Uruguay (Montevideo Telephone Company y Cooperative Society of Uruguay, 1927) y Brasil (Rio Grande Telephone Company of Rio Grande Do Sul en 1928), había alertado a los empresarios británicos sobre el inminente inicio de una dura competencia.
Ante esta alternativa, sus propietarios decidieron vender la UT a la ITT, que se hizo cargo de las operaciones del servicio telefónico en enero de 1929.
Comenta el ingeniero Mulleady, con sus treinta y dos años de experiencia en la U.T.:
Pero fundamentalmente realizó una incorporación de tecnología sin precedentes hasta el momento, además de traer novedosas formas de administración de las tareas en las distintas áreas de trabajo en la empresa.
Todo ello requirió grandes inversiones de capital, que la UT pudo sostener gracias a que mantenía una cuenta corriente con su casa matriz, la ITT en Estados Unidos.
Este ingreso de capitales debe entenderse dentro de un contexto más general de aumento de las inversiones norteamericanas en Argentina.
Según H. Peterson entre 1913 y 1929 Argentina triplicó sus importaciones desde Estados Unidos que específicamente en el área de telefonía llevó a cuadruplicar los aparatos existentes.
Hacia 1928 “los capitales norteamericanos contemplaron la posibilidad de realizar buenos negocios en la Argentina, particularmente en las empresas de servicios públicos”.
Antes de comenzar a detallar algunos de los cambios sobre la telefonía traídos por la UT es necesaria una aclaración práctica: la “sincronización” del servicio telefónico se lleva a cabo mediante la coordinación de seis Departamentos dentro de la empresa:
Cada uno de estos departamentos experimentó cambios a partir de la nueva dinámica que el capital norteamericano dio a la empresa.Respecto a la incorporación tecnológica, un cambio fundamental vino de la mano de la generalización del sistema de conmutación automática en la red telefónica.
Hasta entonces, la conmutación de llamadas (la conexión de distintos usuarios de teléfonos entre sí, mediante la confluencia de las llamadas a una central que los vincule) se realizaba fundamentalmente por medio de centrales manuales que podían ser a magneto o por batería central.
En ambos casos, la conexión entre un usuario A que deseaba conectarse con B se hacía manualmente desde la central telefónica, mediante una telefonista que interconectaba los jacks que representaba a cada usuario.
Este procedimiento tenía un importante impedimento material que se volvió crítico al momento de crecer el número de abonados: cada operadora podía procesar un número limitado de llamadas, y a su vez, cada central podía alojar un número limitado de conmutadores.
Esa limitación operativa fue resuelta mediante la conmutación electromecánica, en ella se le asignaba una numeración a cada abonado al que se discaba mediante un disco generador de impulsos que se colocaba en el aparato telefónico. La central telefónica mediante mecanismos autónomos, conectaba al emisor de la llamada con su abonado de destino.
Los sistemas de conmutación automática electromecánica más comunes hacia la década de 1930 fueron los equipos Strowger o “paso a paso” (el utilizado casi por todas las oficinas de la compañía UT) inventado hacia 1893, el sistema de panel Siemens, desarrollado hacia 1910 y el sistema de disco rotatorio (7A y 7D).
Aunque los primeros equipos de conmutación automática en Argentina aparecen en 1914 en Córdoba y en 1915 en Rosario, recién a fines de la década de 1920 hay un incremento apreciable de estos nuevos sistemas con la instalación de 13 centrales automáticas entre 1923 y 1929.
Con el desembarco de la ITT aparece un primer plan de automatización del sistema telefónico: el “Plan Fundamental 1931-1950” (será tema de un próximo post) que abarcaba a la Capital Federal y sus suburbios y que incrementó las centrales automáticas a 34 en 1950.
La automatización también alcanzó al interior del país.
Ambas tendencias se pueden apreciar en la tablas:
La U.T. inaugura el 12 de octubre de 1929 el primer circuito telefónico con España, abriendo así las puertas de Europa a los abonados de Buenos Aires y otras ciudades argentinas, así como a los de Chile y Uruguay.
La habilitación del circuito con los Estados Unidos fue prestigiada por una conferencia del Presidente Herbert Hoover con sus colegas de Chile, el general Carlos Ibáñez del Campo, y de Uruguay, el doctor Juan Campisteguy.
El mandatario argentino, doctor Hipólito Yrigoyen, no intervino en esta "mesa americana" celebrada el jueves 3 de abril de 1930: lo hizo una semana después, de manera individual con el jefe de la Casa Blanca.
De hecho, la operación del 3 de abril conectó los 280.000 aparatos de las tres Repúblicas sudamericanas (210.000 eran argentinos), con los 22 millones de teléfonos que integraban las redes norteamericana, canadiense, mexicana y cubana, abarcando así el 98 por ciento de todas las líneas existentes en el Hemisferio.
Esta expansión de las comunicaciones telefónicas, que acabó por ligarnos con 65 países -algunos de ellos tan lejanos como las Filipinas, Australia, China y Japón-, fue posibilitada por las instalaciones inalámbricas de la Compañía Internacional de Radio Argentina, C.I.D.R.A., que había levantado estaciones de onda corta en Hurlingham y Plátanos.
C.I.D.R.A. organizó, en su sede de la calle Defensa, una ceremonia destinada a escuchar las conversaciones de los dignatarios; además de Hoover, Ibáñez y Campisteguy, hablaron el canciller interino de los Estados Unidos, Joseph Cotton; el ministro del Interior de Chile, David Hermosilla; el de Relaciones Exteriores del Uruguay, Rufino Domínguez, y el encargado de negocios norteamericano en Buenos Aires, John C. White.
Diálogo del Presidente Hipólito Yrigoyen con el Presidente Herbert Hoover el día 10:
Medio siglo había pasado desde aquella mañana de verano en la cual se realizó la primera charla telefónica en la Argentina.
Un cronista de La Nación, presente en la ceremonia del 3 de abril, comentaba en su nota del día siguiente:
Bajo el control de este holding internacional, la filial argentina avanzó velozmente hacia una modernización del sistema telefónico mediante la automatización, la expansión de las redes, la inauguración del servicio de larga distancia con Chile y el Uruguay, y la creación de un servicio radiotelefónico entre Buenos Aires, América y Europa a través de la Compañía Internacional de Radio Argentina.
El aumento del número de abonados se acentuó en la Capital Federal, las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba y el Territorio de La Pampa.
Para 1939, estas jurisdicciones concentraban el 80% de los aparatos. Solo la Capital Federal poseía poco más de la mitad de los teléfonos del país.
Por entonces, la Argentina tenía unos 434.000 teléfonos, de los cuales el 71% eran automáticos.
A nivel mundial, el sistema apenas representaba el 1% de los teléfonos, pero la Argentina ocupaba el décimo séptimo lugar -por debajo de Francia- en el número de teléfonos cada 100 habitantes; el país tenía 3,46 frente a 2,2 de Uruguay, 1,8 de Chile, 0,88 de México y 0,62 de Brasil.
La ciudad de Buenos Aires estaba en el undécimo lugar por debajo de Berlín y Bruselas.
Capítulo V de “Historia de la Telefonía en la
Argentina”
Para acceder a los capítulos anteriores seguir los siguientes enlaces:
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Segunda Etapa: La UT Norteamericana
Los planes de expansión mundial de ITT siguieron su marcha, y a fines de la década de 1920 decidió ingresar en el negocio argentino de prestación de servicios.
Así, en 1927 adquirió la Compañía Telefónica Argentina, una firma menor, que estaba sufriendo problemas financieros, y otras tres operadoras menores de la región pampeana.
Y en 1929 concretó la compra a los británicos de la Unión Telefónica, fusionando a todas en nueva empresa que siguió operando bajo el nombre de UT.
Por los siguientes 17 años, esa compañía de capitales estadounidenses ejerció un monopolio en la ciudad de Buenos aires y buena parte de la región pampeana, y mantuvo el control de cerca del 90 % de las líneas del país.
La mencionada Compañía Telefónica Argentina había sido fundada en 1887 por un grupo de abonados disconformes con el incremento de tarifas establecido un año antes para la UT.
La ITT estaba vinculada, por la conformación de sus directorios, con las grandes empresas eléctricas que operaban en Argentina como: el holding ANSEC, la Compañía Argentina de Electricidad, la Compañía Italoargentina y la Cía. Suizo Argentina de Electricidad.
Esta operación, que había sido antecedida por la compra de empresas telefónicas en México (Mexican Telegraph and Telephone Company, 1925), Chile (Chile Telephone Company Limited, 1927), Uruguay (Montevideo Telephone Company y Cooperative Society of Uruguay, 1927) y Brasil (Rio Grande Telephone Company of Rio Grande Do Sul en 1928), había alertado a los empresarios británicos sobre el inminente inicio de una dura competencia.
Ante esta alternativa, sus propietarios decidieron vender la UT a la ITT, que se hizo cargo de las operaciones del servicio telefónico en enero de 1929.
Comenta el ingeniero Mulleady, con sus treinta y dos años de experiencia en la U.T.:
Si la política de la empresa inglesa fue esencialmente realista, dirigida por financistas, la norteamericana fue más bien liberal, dirigida por expertos en el arte de las comunicaciones.En una década la ITT controladora de la UT triplicó las inversiones en instalaciones, aumentó el número de abonados, el cableado y los teléfonos instalados, además de expandir su servicio a nuevos territorios.
Pero fundamentalmente realizó una incorporación de tecnología sin precedentes hasta el momento, además de traer novedosas formas de administración de las tareas en las distintas áreas de trabajo en la empresa.
Todo ello requirió grandes inversiones de capital, que la UT pudo sostener gracias a que mantenía una cuenta corriente con su casa matriz, la ITT en Estados Unidos.
Este ingreso de capitales debe entenderse dentro de un contexto más general de aumento de las inversiones norteamericanas en Argentina.
Según H. Peterson entre 1913 y 1929 Argentina triplicó sus importaciones desde Estados Unidos que específicamente en el área de telefonía llevó a cuadruplicar los aparatos existentes.
Hacia 1928 “los capitales norteamericanos contemplaron la posibilidad de realizar buenos negocios en la Argentina, particularmente en las empresas de servicios públicos”.
Antes de comenzar a detallar algunos de los cambios sobre la telefonía traídos por la UT es necesaria una aclaración práctica: la “sincronización” del servicio telefónico se lleva a cabo mediante la coordinación de seis Departamentos dentro de la empresa:
- 1. Ingeniería, encargado de la planificación futura del servicio, la resolución de problemas cotidianos de carácter técnico y la infraestructura
- 2. Plantel, que engloba a los empleados que se encargan de la construcción, reparación e instalación de los equipos e instalaciones (postes, cableado, conmutadores, teléfonos, edificios)
- 3. Comercial, encargada del nexo entre el público y la empresa, recibe los pedidos de altas, bajas, reclamos y cambios
- 4. Tráfico, que engloba básicamente al personal telefonista y operadoras
- 5. Contaduría, encargada del cálculo económico de la empresa.
Cada uno de estos departamentos experimentó cambios a partir de la nueva dinámica que el capital norteamericano dio a la empresa.Respecto a la incorporación tecnológica, un cambio fundamental vino de la mano de la generalización del sistema de conmutación automática en la red telefónica.
Hasta entonces, la conmutación de llamadas (la conexión de distintos usuarios de teléfonos entre sí, mediante la confluencia de las llamadas a una central que los vincule) se realizaba fundamentalmente por medio de centrales manuales que podían ser a magneto o por batería central.
En ambos casos, la conexión entre un usuario A que deseaba conectarse con B se hacía manualmente desde la central telefónica, mediante una telefonista que interconectaba los jacks que representaba a cada usuario.
Este procedimiento tenía un importante impedimento material que se volvió crítico al momento de crecer el número de abonados: cada operadora podía procesar un número limitado de llamadas, y a su vez, cada central podía alojar un número limitado de conmutadores.
Esa limitación operativa fue resuelta mediante la conmutación electromecánica, en ella se le asignaba una numeración a cada abonado al que se discaba mediante un disco generador de impulsos que se colocaba en el aparato telefónico. La central telefónica mediante mecanismos autónomos, conectaba al emisor de la llamada con su abonado de destino.
Los sistemas de conmutación automática electromecánica más comunes hacia la década de 1930 fueron los equipos Strowger o “paso a paso” (el utilizado casi por todas las oficinas de la compañía UT) inventado hacia 1893, el sistema de panel Siemens, desarrollado hacia 1910 y el sistema de disco rotatorio (7A y 7D).
Aunque los primeros equipos de conmutación automática en Argentina aparecen en 1914 en Córdoba y en 1915 en Rosario, recién a fines de la década de 1920 hay un incremento apreciable de estos nuevos sistemas con la instalación de 13 centrales automáticas entre 1923 y 1929.
Con el desembarco de la ITT aparece un primer plan de automatización del sistema telefónico: el “Plan Fundamental 1931-1950” (será tema de un próximo post) que abarcaba a la Capital Federal y sus suburbios y que incrementó las centrales automáticas a 34 en 1950.
La automatización también alcanzó al interior del país.
Ambas tendencias se pueden apreciar en la tablas:
La U.T. inaugura el 12 de octubre de 1929 el primer circuito telefónico con España, abriendo así las puertas de Europa a los abonados de Buenos Aires y otras ciudades argentinas, así como a los de Chile y Uruguay.
Primer circuito telefónico con España 1929 |
Las conexiones internacionales prosiguen en 1930 con Estados Unidos, Canadá, México y Cuba; y en 1931 con Río de Janeiro, Lima, Bogotá, Londres, París y Berlín.
El mandatario argentino, doctor Hipólito Yrigoyen, no intervino en esta "mesa americana" celebrada el jueves 3 de abril de 1930: lo hizo una semana después, de manera individual con el jefe de la Casa Blanca.
De hecho, la operación del 3 de abril conectó los 280.000 aparatos de las tres Repúblicas sudamericanas (210.000 eran argentinos), con los 22 millones de teléfonos que integraban las redes norteamericana, canadiense, mexicana y cubana, abarcando así el 98 por ciento de todas las líneas existentes en el Hemisferio.
Esta expansión de las comunicaciones telefónicas, que acabó por ligarnos con 65 países -algunos de ellos tan lejanos como las Filipinas, Australia, China y Japón-, fue posibilitada por las instalaciones inalámbricas de la Compañía Internacional de Radio Argentina, C.I.D.R.A., que había levantado estaciones de onda corta en Hurlingham y Plátanos.
C.I.D.R.A. organizó, en su sede de la calle Defensa, una ceremonia destinada a escuchar las conversaciones de los dignatarios; además de Hoover, Ibáñez y Campisteguy, hablaron el canciller interino de los Estados Unidos, Joseph Cotton; el ministro del Interior de Chile, David Hermosilla; el de Relaciones Exteriores del Uruguay, Rufino Domínguez, y el encargado de negocios norteamericano en Buenos Aires, John C. White.
Diálogo del Presidente Hipólito Yrigoyen con el Presidente Herbert Hoover el día 10:
-Es mi esperanza que el perfeccionamiento de este nuevo medio de comunicación entre nuestros dos Estados será beneficioso para ambos, al facilitar el intercambio de ideas y de comercio -dijo el estadista norteamericano.Respondió Yrigoyen:
-Los hombres deben ser sagrados para los hombres y los pueblos para los pueblos, y en común concierto reconstruir la labor de los siglos sobre la base de una cultura y una civilización más ideal, de más sólida confraternidad y más en armonía con los mandatos de la Divina Providencia.Hoover se declaró conmovido por las palabras del anciano caudillo, algo que traslucía su voz, y sostuvo compartir en un todo las tesis expresadas.
Medio siglo había pasado desde aquella mañana de verano en la cual se realizó la primera charla telefónica en la Argentina.
Un cronista de La Nación, presente en la ceremonia del 3 de abril, comentaba en su nota del día siguiente:
. . . puede decirse sin exageración que se oye mejor una comunicación entre ambas Américas que entre dos aparatos algo distantes funcionando en la Capital Federal.En la siguiente década, la UT adquirió un importante dinamismo. Si bien su domicilio legal permaneció en Londres, su directorio, integrado por miembros de la ITT, tenía su sede en Nueva York.
Bajo el control de este holding internacional, la filial argentina avanzó velozmente hacia una modernización del sistema telefónico mediante la automatización, la expansión de las redes, la inauguración del servicio de larga distancia con Chile y el Uruguay, y la creación de un servicio radiotelefónico entre Buenos Aires, América y Europa a través de la Compañía Internacional de Radio Argentina.
Tendido cable a Chile en la Cordillera de Los Andes |
El número de teléfonos instalados ascendió desde 155.000 aparatos a 303.000 entre 1927 y 1936, un incremento del 95%.
La expansión continuó hasta finales de la década de 1930.El aumento del número de abonados se acentuó en la Capital Federal, las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba y el Territorio de La Pampa.
Para 1939, estas jurisdicciones concentraban el 80% de los aparatos. Solo la Capital Federal poseía poco más de la mitad de los teléfonos del país.
Por entonces, la Argentina tenía unos 434.000 teléfonos, de los cuales el 71% eran automáticos.
A nivel mundial, el sistema apenas representaba el 1% de los teléfonos, pero la Argentina ocupaba el décimo séptimo lugar -por debajo de Francia- en el número de teléfonos cada 100 habitantes; el país tenía 3,46 frente a 2,2 de Uruguay, 1,8 de Chile, 0,88 de México y 0,62 de Brasil.
La ciudad de Buenos Aires estaba en el undécimo lugar por debajo de Berlín y Bruselas.
Tendido de cable sobre la Cordillera de Los Andes (Chile-Argentina) |
Fuentes
* Redes de información: Las telecomunicaciones en la Argentina de 1855 a 1936 Ing. Gustavo Giuliano
* Intereses públicos y privados en el origen y desarrollo de la telefonía en la Argentina: del negocio privado al dominio estatal (1878-1955) Gustavo Fontanals Universidad de Buenos Aires
* History of the telephone and telegraph in the Argentine Republic Victor Berthold
* Historia de las Comunicaciones Argentinas Fundación Standard Electric Argentina
* Wikipedia y Wikimedia
* Intereses públicos y privados en el origen y desarrollo de la telefonía en la Argentina: del negocio privado al dominio estatal (1878-1955) Gustavo Fontanals Universidad de Buenos Aires
* History of the telephone and telegraph in the Argentine Republic Victor Berthold
* Historia de las Comunicaciones Argentinas Fundación Standard Electric Argentina
* Wikipedia y Wikimedia
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